Capitulo I

Despertar

Un tronido realmente poderoso me despertó, se escuchaba como un monstruo rugiendo, sentí como se elevaba el féretro en el que yo estaba, y era arrojado con fuerza. Los rugidos de la bestia se escuchaban a mi alrededor.

Tarde algo de tiempo en recobrar plenamente la conciencia, y de pronto escuche voces de hombres.

Permanecí en silencio preguntándome si habían enviado al monstruo para terminar conmigo de una vez por todas o si vendrían mis seguidores a liberarme, desconocía la respuesta así que permanecí impasible, inmóvil, como una estatua.

Después de un rato los rugidos del monstruo se apagaron las voces de los hombres comenzaron a alejarse de mí. Espere un poco más, cuando estuve seguro de que ya no había nadie intente abrir el féretro.

Vaya si estaba débil, lo que otrora hubiera resultado sencillísimo para mí necesito el uso de toda la fuerza que me quedaba en el maltrecho cuerpo. Al salir me encontré al aire libre, rodeado de escombros y no en la catacumba donde me habían encerrado.

Era ya de noche así que me apresure y camine tambaleándome, pronto note luces enfrente de mí, vi extrañas farolas iluminando la calle y fuego que iluminaba las casas de extrañas construcciones, no reconocía el lugar en el que me encontraba, no se parecía a nada que hubiera visto antes. Mi cabeza comenzó a dar vueltas, la sed que sentía era insoportable, estaba demasiado débil, caí al suelo.